Lo que tenemos en común todos aquí es que nos encanta nadar. Por eso, a partir de hoy queremos intentar satisfacer la curiosidad sobre las técnicas de natación, ofreciéndote una serie de consejos cada semana que puedes estudiar con más detalle, contárselos a otras personas o simplemente intentarlos por ti mismo.
Comenzaremos con la importancia de una buena planificación.
Probablemente te habrás preguntado innumerables veces por qué pasas apuros a la hora de ponerte en forma o por qué nunca logras alcanzar tus objetivos, a pesar de lo duro que trabajas en tus entrenamientos. La respuesta podría estar ahí mismo enfrente de tus ojos: no estás entrenando adecuadamente.
En la natación profesional, la organización de las sesiones de entrenamiento se denomina planificación. Es un hecho bien conocido que “no planificar” significa fallar en los entrenamientos y en los resultados.
Tanto si eres un “amateur”, un nadador profesional o un atleta de competición, debes preguntarte dos cuestiones clave antes de comenzar a entrenar:
1. ¿CUÁL es mi objetivo?
2. ¿CÓMO puedo lograrlo?
Si eres un nadador amateur y solo estás interesado en mantenerte en forma, prueba un objetivo a corto plazo. Quiero nadar 20 mangas en menos de 12 minutos, quiero nadar 8×25 mariposa sin esfuerzo, etc…
En cualquier caso, recuerda el consejo más importante: ¡varía tu entrenamiento!
- Varía cada sesión de entrenamiento y planifica la semana entera, intentando incorporar varios ejercicios diferentes que sirvan para diversos propósitos (mejorar tu brazada, aumentar tu velocidad…).
- Varía la intensidad de tus ejercicios, alternado el trabajo de velocidad (con periodos de recuperación más largos, mayormente cada 25 metros) con trabajos aeróbicos (con periodos más cortos de recuperación y realizados en distancias de 100 metros).
- Varía tus métodos de entrenamiento. Trabaja las piernas (utilizando si es posible aletas) y los brazos (¿por qué no probar las palas de mano?) y no te olvides de dedicar el tiempo suficiente a mejorar tu técnica de natación.
Si, por otro lado, eres un nadador profesional o de competición, el mejor enfoque para la nueva temporada es actuar como si fueras un “principiante”; olvídate de lo que lograste en la temporada anterior, y pregúntate qué puedes hacer para mejorar. Las claves para un plan de entrenamiento satisfactorio son la experimentación y el entusiasmo.
Una vez establecidos tus objetivos, comienza a trazar un plan con tu entrenador. Divide el plan según lo que ya conoces, trabajad juntos y sé proactivo. No temas experimentar técnicas nuevas. Trabaja en tu plan como si fueras un “langostino”: elige tu objetivo y luego, trabaja hacia atrás, elige algunas carreras “de prueba” y decide cómo planificar tu entrenamiento para alcanzar tu objetivo.
Ten presente tus otros compromisos (trabajo o estudios) recordando que la planificación debe hacerse en fases, por lo que la prisa en este caso no cuenta. Trabaja la planificación paso a paso, día a día, semana a semana. Anota todo lo que se te ocurra y que podría serte útil más tarde.
Finalmente, recuerda algunos consejos simples:
1. Actúa como una esponja: haz preguntas, observa minuciosamente e intenta cosas nuevas. Copiar es la mejor manera de aprender.
2. Diviértete: nadar es muy agradable y el aburrimiento mata el entretenimiento. Incorpora algunos ejercicios divertidos en tu entrenamiento utilizando equipos de los clubes de natación (balones, anillos flotantes, etc.) o simplemente intenta nuevos ejercicios.
3. Toma nota sobre todo lo que descubras: tiempos, sensaciones, problemas, ideas. Te podría ser muy útil para el futuro.
Esto es tan solo el principio de una aventura que disfrutaremos todos juntos. Vuelve y visítanos, tenemos mucho más que contarte y estamos deseando que lo pruebes.
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