La respiración es uno de los puntos clave del estilo y en parte depende de la fuerza física y del estado de forma.
Encuentra el ritmo respiratorio que te conviene y habrás dado con el secreto para una brazada más rápida y eficiente.
- Al impulsarte con los brazos, respira cuando tienes una parte mayor del cuerpo fuera del agua. Es decir, cuando los brazos están por detrás de la cadera.
- Mantén la cabeza fija y mirando hacia delante.
- Cuando terminas la fase de tirón y empiezas el recobro tienes que echar el aire mientras sumerges la cabeza, con las manos siempre en línea con los hombros.
- En el momento de soltar aire los brazos deben estar extendidos por delante y la cabeza mirando hacia abajo.
Hay quien prefiere respirar cada brazada y quien prefiere respirar cada dos. Depende de la experiencia del nadador. Lo importante es acompasar bien la respiración con la brazada.