La primavera ya está aquí, así que ha llegado el momento de salir de casa.
Es demasiado pronto para tirarse a la piscina, pero añadir a tu rutina una parte de entrenamiento al aire libre, sea corriendo, en bici, o practicando yoga en el parque, puede aportar muchos beneficios para el cuerpo y la mente.
Aunque el mecanismo aún no se conoce al cien por cien, múltiples estudios han demostrado un claro vínculo entre el bienestar físico y mental y el ejercicio al aire libre.
Beneficios físicos y psíquicos
El entrenamiento al aire libre es un gran recurso para fortalecer la salud mental. La práctica deportiva en el exterior, especialmente en espacios verdes o cerca del agua, mejora el humor y la autoestima. Además, acercarse a la naturaleza tiene un efecto calmante y reduce el estrés. La exposición a la luz solar también levanta el ánimo y te aporta una buena dosis de vitamina D.
Hay quienes se sienten con más fuerzas para entrenar duro al aire libre, y por lo tanto obtienen más beneficios físicos y mentales de su entrenamiento. Un nuevo escenario te ayuda a mantener el interés e incentiva tu deseo de llegar más lejos (no te limitas a repetir el mismo gesto sin moverte del sitio, o mirando el reloj), mientras que respirar aire puro te procura una sensación de energía y vitalidad. La variedad del terreno y la resistencia al viento mientras corres o montas en bici, sea en carretera o en pista, te proporcionan el estímulo que necesitas para trabajar el equilibrio y la coordinación y te enseñan a administrar tu esfuerzo.
Mucha gente que se apunta al gimnasio no tarda en dejarlo, pero los datos demuestran que el ejercicio al aire libre invita a una práctica más constante. Hay algo en el entrenamiento al aire libre que motiva a la gente a volver siempre por más. ¡Y es gratis!
Consejos para mejorar el entrenamiento al aire libre
Antes de salir, piensa en la hidratación. El agua es por norma general lo mejor para beber antes y durante el entrenamiento; a menos que la sesión sea larga o sudes mucho, probablemente no necesitas azúcar ni electrolitos. En todo caso, no hasta que hayas terminado.
No te olvides del protector solar y las gafas de sol. La radiación puede no ser todavía muy intensa, pero no está de más ir cogiendo la costumbre a medida que pasas más tiempo fuera.
Asegúrate de llevar la ropa adecuada. Aprovecha todas las ventajas de los tejidos transpirables que existen hoy en día para mantenerte confortable mientras entrenas. arena, por ejemplo, ofrece una amplia gama de prendas deportivas que va mucho más allá de la natación, desde sujetadores deportivos, tops y chaquetas a mallas, pantalones cortos y calcetines. Añade un color de moda y habrás dejado atrás el gris invierno definitivamente.
Todo el ejercicio que hagas te beneficia, desde luego, pero el ejercicio al aire libre tiene ventajas adicionales.
De manera que si te tienta el sol a través de la ventana, no te resistas. El ejercicio al aire libre es la mejor manera de levantar el ánimo, y ese impulso renovado hará que rindas más.
¿Qué es lo que más te gusta del entrenamiento al aire libre? ¿Piensas que resulta más fácil motivarse para entrenar al aire libre o eres de los que prefieren la rutina en casa?