Octubre, momento de volver a la rutina y abandonar el estado de gracias y la típica sensación vacacional del verano. Octubre es además el mes de los nuevos comienzos y nuevos objetivos, el momento adecuado para comenzar una nueva actividad física o perseguir lo que habías pasado por alto durante las vacaciones con un impulso renovado.
Así que, dejemos los flotadores, las aletas, esos divertidos flotadores con forma de flamenco o unicornio que han sido el furor de la playa, en el armario y empecemos de nuevo. Es importante empezar con buen pie, eligiendo el curso más adecuado y preparándote para desafiar tus límites largo a largo.
El primer consejo y también el más útil es empezar con calma, sin forzar los ejercicios, seguido de tus momentos de recuperación y respetando tu cuerpo que tal vez después de semanas de inactividad no te lo pondrá difícil. Recuerda la importancia de un buen calentamiento para evitar tirones o traumas en los músculos.
5 errores muy comunes a evitar
Para evitar caer en el fracaso de tus buenas intenciones, debes tener en cuenta cinco de los errores más comunes, a menudo debido a la prisa por volver a los ejercicios anteriores y ponerse en forma después de la pausa veraniega.
1. Crearse falsas expectativas.
Lo das todo pero no ves resultados inmediatos. Es normal, si consideramos que necesitas al menos dos meses de entrenamiento constante antes de ver resultados tangibles. De lo contrario, esperar resultados milagrosos después de tu primer día de entrenamiento solo te causará ansiedad y frustración.
2. Estresar el cuerpo.
El cuerpo te habla; simplemente tienes que escucharle. Es importante entender cuáles son tus límites, sin sobrepasarlos. Déjate aconsejar por un instructor cualificado sobre la intensidad y la frecuencia de los ejercicios.
3. No establecer objetivos.
Es importante entender inmediatamente lo que se espera de tus lecciones o ejercicios en la piscina; hay personas que nadan para perder peso, otros que tan solo quieren tonificarse, otros que desean perfeccionar la técnica y otros que tan solo quieren divertirse, relajarse y tal vez simplemente tener una nueva experiencia. Tus objetivos pueden cambiar con el tiempo, pero es importante tenerlos en cuenta.
4. Condenada rutina.
Siempre los mismos ejercicios, en los mismos tiempos, el mismo número de largos. Todo el mundo, con el tiempo, puede cansarse de repetir contiguamente los mismos ejercicios. Intenta diversificarlos, utiliza nuevas herramientas, mídete a ti mismo con nuevas técnicas, solo o con otros. Los cambias rompen con la monotonía y es bueno para el cuerpo y la mente.
5. Hoy, sí, mañana, no lo sé.
Bueno…no. La constancia es un elemento clave para el éxito de tu nueva aventura, incluso cuando te enfrentas a un nuevo curso de natación. No seas perezoso. Saltarse una sesión de ejercicios porque es más tentador ir directamente de la mesa al sofá, no te hará sentirte orgulloso, y luego te arrepentirás. También debes considerar la pérdida económica porque estás pagando todos los meses. Así que, ¡deja la pereza a un lado, la piscina te espera!
¡Un último consejo útil!
¿Por qué no sigues un diario donde puedas registrar de vez en cuando el progreso que has hecho y los objetivos alcanzados? Puedes utilizarlo como un medio de controlar tu actividad y expresar claramente tus impresiones y expectativas. Después de unos meses (¿tal vez en Navidades?), será divertido volver sobre aquellas páginas y desandar tu codiciado y duro éxito día tras día. Éxitos que deberías celebrar, con alguna recompensa o regalo, y ¡compartirlo con tus seres queridos!
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