Stage de entrenamiento en Cayo Hueso– Marzo 2015
Marzo fue el mes elegido para trasladar mis entrenamientos de la fría Gran Bretaña al cálido Cayo Hueso, en el plazo de una semana, en busca de las condiciones perfectas para practicar la natación en escenarios naturales.
Allí he completado un total de más de 230 millas (370 Km) en piscina y mar abierto, a temperaturas medias de 85F (29 ͦC). ¡El mar estaba entre 78 y 81F (25-27 ͦC)! Además de aportarme experiencia en aguantar el rozamiento bajo los brazos y las ingles, la deshidratación y los desajustes alimentarios, las aguas templadas trajeron consigo el dolor, las medusas y los tiburones, todo ello en unas condiciones de un realismo que desde luego desconocemos en el Reino Unido. ¡Fue genial! Desde el exceso de mantequilla de cacahuete, el mareo y la disentería hasta las criaturas invisibles picándome en el pecho, ha sido un stage increíble. Perdí cerca de 14 kilos (que no necesitaba perder) y he mejorado en resistencia y ritmo, terminando la última semana con 16km diarios/sesiones dobles x 2, en total 32Km de distancia cada día; ¡y aunque cada vez comía más mi peso no hacía más que bajar!
Por suerte mi nutricionista vino al rescate, porque en febrero no había tenido el suficiente aporte calórico y me costaba salir de la piscina sin ayuda, mientras que después en Cayo Hueso el dolor de cabeza y la fatiga me atacaban demasiado pronto. He aquí un ejemplo de mi dieta en una semana de entrenamiento en Florida – 7-8.500 calorías.
DESAYUNO
3x huevos duros, 2x gachas con leche y azúcar, 1x pechuga de pollo, 4 tostadas con mantequilla de cacahuete, zumo de naranja; café; yogur, 1litro de agua
SNACK
Snickers, banana,Yakult
ALMUERZO
Pasta con pollo en filetes, brócoli, galletas, 2litros de líquido
SNACK
Tortitas con sirope + filete, biscotes + puré
MERIENDA
Pescado, brócoli, fruta, yogur, batido de proteínas con leche (35g/500ml)
CENA
Pizza, frutas, frutos secos, batido de proteínas + zumo de naranja, 500ml H2Pro + vitaminas
El entrenamiento en escenarios reales implica un trabajo muy duro y a ratos te pasa por la cabeza que no puedes más, pero después pienso en mi hija, en toda la gente que me apoya y el equipo que tengo conmigo. De manera que, oyendo buena música, hice muy animado el camino de vuelta hasta Gran Bretaña para centrarme en el trabajo de velocidad y volumen en la piscina. Cada vez tengo más cerca el límite de los 1:50-1:53 en 100m sostenidos durante más de 16Km, en dos sesiones al día, seis días a la semana.
Sin trabajo duro no se consigue nada y los ratos pasados en latitudes más cálidas, las buenas sesiones de natación y los encuentros con tiburones me dan fuerzas; ya están olvidados los episodios de dolor en los hombros, el picor en la piel por efecto de la sal, las quemaduras solares, la lengua y la cara hinchadas por la exposición a la sal a temperaturas altas.
Así de duro llegó a ser el entrenamiento de 90+ horas semanales (120km nadados a la semana), más gimnasio y yoga, en Cayo Hueso.
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