Los desechos del mar llegan a ambos lados de la isla. La cara este es sin duda la más afectada, teniendo como tiene el dudoso privilegio de llevarse lo peor de los vientos predominantes del noreste. Estos vientos traen consigo residuos plásticos de todo el Caribe. Aquí se encuentran botellas, tapas, cubos, pinzas para el pelo, chanclas, zapatos, botes de champú y, a menudo, objetos más grandes, como materiales de construcción y hasta pequeñas embarcaciones.
En el norte de la isla se ven muchas bebidas embotelladas, algunas con las etiquetas todavía puestas. Así sabemos que gran parte de proceden de Haití y Jamaica. Estos países, al igual que Caimán, cuentan con procedimientos de gestión de residuos que dejan mucho que desear. Cuando hay tormentas, cualquier deshecho de plástico que no esté bajo control termina en el mar o en las playas.
En Seven Mile Beach, la famosa playa de arena coral y mar turquesa tropical, no se ve mucho plástico. Hay dos motivos para ello:
- Gracias a la forma de la isla, esta zona está protegida de los vientos del este.
- Los hoteles y complejos de apartamentos cuentan con personal que despeja las playas todas las mañanas.
Ese aspecto tan cuidado puede llevar a algunos a pensar que el problema no existe. Sin embargo, en otras partes de la costa es evidente. Por eso, es una gran suerte para la isla que Plastic Free Cayman organice la limpieza de las playas.
Los desechos de plástico más habituales de las Islas Caimán son los siguientes:
1) Vasos y cubiertos de plástico de los bares
Estos artículos se desechan todo el tiempo en Seven Mile Beach. Los bares siguen utilizando plástico de un solo uso para cada bebida consumida en la playa. Esto podría resolverse si los hoteles, bares y restaurantes pusieran en marcha un sistema de depósito, para utilizar un vaso reutilizable que incluso podría estar hecho de plástico de la playa reciclado. Los pedidos de comida para llevar también incluyen sus juegos de cubiertos de plástico. Muchos acaban en el mar, y aunque se eliminen a través de métodos más respetuosos, acaban en vertederos, que tampoco son la solución ideal.
2) Zapatos, chanclas y otras almas perdidas
No esperaba encontrarme tantos zapatos. ¿Dónde están los dueños? ¿Dónde está el otro zapato? Nunca lo sabremos. Pero lo que sí sabemos es que flotan hasta que se cubren de organismos vivos (percebes y algas), y una vez que pesan lo suficiente se hunden para añadirse a la capa de basura que cubre el fondo del océano. ¡A ver si miramos donde dejamos los zapatos! Mientras sigan acabando en el agua, las corrientes se los llevarán hasta playas, como las nuestras de las Caimán.
3) Botellas y tapones
Las botellas de plástico acaban en las playas por muchas razones. Algunas llegan flotando desde otros países, otras son abandonadas por los bañistas locales y otras las utilizan los pescadores para localizar a sus presas. Algunos pescadores, cuando pica un tiburón, le atan botellas de plástico y vuelven más tarde con los útiles que necesitan para terminar la captura. A veces se olvidan de su presa y los tiburones luchan por sobrevivir amarrados a esos improvisados flotadores.
Los tapones de botella están hechos de plástico más duro que las botellas y por eso se ven muchos más en la orilla. El fino plástico utilizado para fabricar el recipiente se rompe por efecto de las olas, creando toneladas de microplástico tóxico.
4) Fragmentos de plástico irreconocibles
El tipo más común aquí en las Islas Caimán. Parte de los residuos viajan muchos kilómetros antes de acabar en las playas de arena locales. En el trayecto sufren el rigor del sol, los golpes de las olas, y la erosión que los divide en trozos cada vez más pequeños. A menudo, los peces confunden estos fragmentos con comida. El plástico se atasca en el sistema digestivo y acaba provocando la muerte del animal.
No son casos aislados, ahora raro lo raro es encontrar un animal que no haya perecido así.
5) Desechos de la actividad pesquera
Los residuos de la pesca son los más frecuentes en las playas de nuestro Dorset natal. Aquí no son tan comunes. El motivo es que en estas aguas hay mucha menos pesca comercial. Los residuos de este tipo suelen ser un sedal y un anzuelo. Incluso así, pueden terminar por acumularse. Llévate siempre el material usado a casa y deshazte de él como es debido.
Los tipos de plástico que vemos en las playas nos muestran al mismo tiempo las maneras más efectivas de evitar su proliferación. Cuando tengas que hacer una compra, en lugar de dejarte llevar por la costumbre, estudia las alternativas. ¿Existe una opción que no deje residuos? El mundo avanza en la dirección correcta, pero queda mucho por hacer. Colabora, piensa antes de actuar y elige bien.