El agua es el elemento esencial que nos une a todos, como seres humanos y como amantes de los deportes acuáticos. Por eso, queremos contribuir activamente a proteger su valor inestimable como fuente de vida. Hoy hemos pedido a Andreas Fath, profesor de la Facultad de Ciencias Médicas y de la Vida de la Universidad de Furtwangen, experto en calidad del agua, nadador de aguas abiertas y embajador de arena, que nos dé unos cuantos consejos para cuidar el medio acuático y tomar buenas decisiones en el día a día.
¿Cuál es el estado actual de la salud del agua en Europa?
En general podemos decir que nuestras aguas, especialmente los ríos, ya no están en cuidados intensivos como en los años 80, pero siguen convalecientes. Las sequías y la escasez de agua, así como las altas concentraciones de nitratos, antibióticos y el aumento de PFAS en las aguas subterráneas, son los retos actuales. La falta de agua en los ríos hace que se liberen mayores concentraciones de contaminantes en nuestras aguas residuales. Necesitamos un cambio radical: de un tratamiento centralizado de las aguas residuales uno descentralizado. En otras palabras, no un tratamiento al final de la tubería, sino al principio, implicando a todas nuestras instituciones, industrias, hospitales e incluso a los hogares.
¿Qué podemos hacer para proteger el agua?
Recuerda el viejo dicho de los nativos americanos: «El agua es el préstamo más preciado que nos hace la naturaleza». Tenemos que tratarla como tal. Permitidme responder a la pregunta con la canción de Las tres erres, de Jack Johnson: Reducir, Reutilizar, Reciclar. Lo mismo aplica al consumo de agua, a su tratamiento, y al uso del plástico en general. La forma en que tratamos el plástico hoy en día tiene un impacto directo en la calidad del agua debido a la transformación del macroplástico, principalmente la basura plástica, en microplástico, que acaba en el agua, con el efecto de reducir la biodiversidad y contaminar los alimentos.
10 consejos del profesor Fath para proteger el agua en nuestro día a día
- No malgastes agua.
- No utilices agua potable indiscriminadamente para todas las actividades que requieran el uso de agua. Por ejemplo, el agua potable de calidad no es necesaria para tirar de la cadena. Podemos utilizar en su lugar agua de lluvia, de la ducha o aguas grises.
- Reduce la cantidad de envases de plástico que usas (este tipo de residuos se exportan a Asia, donde llegan al mar).
- Separa los productos de plástico (en la medida de lo posible) antes de tirarlos.
- Compra productos fabricados con un solo tipo de plástico más duradero y reutilizable.
- Recuerda que los productos fabricados con un solo tipo de plástico pueden reciclarse más fácilmente.
- Reduce la producción de residuos de plástico comprando de forma más reflexiva y menos impulsiva.
- Llévate tus propias bolsas con material de base biológica cuando vayas a comprar (bolsas de algodón, cestas de mimbre, etc.).
- Acude a las convocatorias de limpieza de ríos (¡son momentos divertidos para socializar!).
- Ayuda a concienciar a la gente. Por ejemplo, si ves a alguien tirando un filtro de cigarrillo a la calle, dile que contamina 40 litros de agua. Un filtro libera unas 7.000 sustancias químicas, y 50 de ellas son cancerígenas. Eso nos afecta a todos, de manera que no hay que tomárselo a la ligera.
Crédito fotografías: Tim Kiefer
El profesor Andreas Fath
Andreas Fath es profesor en la Universidad de Furtwangen desde 2011. Imparte asignaturas relacionadas con la química en la Facultad de Ciencias Médicas y de la Vida, con especial atención a la ingeniería medioambiental y la protección del agua. A partir de proyectos financiados externamente, ha desarrollado, en colaboración con el Ökoinstitut de Friburgo, un sistema de detección REACH para empresas, y ha creado varios proyectos de protección medioambiental (www.cleandanube.org). Como cofundador de la compañía H2Org (www.h2org.de), desarrolla módulos interactivos de educación medioambiental con sus alumnos.