En 1984, durante las Olimpiadas de Los Ángeles, un joven nadador llamado Daichi Suzuki sorprendió a todo el mundo con una fase subacuática de su invención en la salida y el viraje de los 100 m espalda.
En concreto, Suzuki dio 6 patadas de mariposa antes de emerger con una ligera ventaja sobre sus rivales, todos ellos más fuertes y experimentados.
A partir de entonces algunos nadadores empezaron a practicar la fase subacuática en secreto. Durante 4 años se evitó el tema, pero había quien estaba entrenando duro.
La carrera de espalda en los Juegos de 1988 en Seúl fue seguida por el público puesto en pie. La grada se divirtió como nunca con las largas fases subacuáticas que resultaron en una retahíla de récords del mundo tanto en la carreta corta como en la larga.
Por entonces aun no había límite para la fase subacuática y cada vez se pasaba más tiempo bajo el agua. Como no terminaba la serie de récords, se decidió poner el límite en los 15 m.
Hoy en día, si se ejecuta correctamente, la fase subacuática es la parte más rápida de la carrera. En este artículo intentaremos ayudarte a mejorarla con ejercicios específicos.
Centrémonos en la técnica:
– En el momento en que empujas la pared, esconde la cabeza entre los hombros. Después impúlsate y tan pronto como sientas que te frenas, empieza a ejecutar patadas de mariposa de amplitud media.
– Mantén la parte superior del cuerpo estática y limítate a acompañar con suavidad el movimiento de la cadera, sin girar demasiado de un lado a otro para no perder propulsión.
– Después del tercer o cuarto batido, empieza a aumentar la amplitud de la patada y hazla ligeramente más lenta a medida que te acercas a la superficie.
– Rompe la superficie y empieza a nadar antes de la marca de los 15 m para que no te descalifiquen.
– Salvo en estilo combinado, la misma técnica se puede usar, de espaldas, tanto en estilo libre como mariposa. Durante los tres batidos finales deberás girar sobre el eje central del cuerpo para recuperar la posición.
Este ejercicio encaja en el plan normal de entrenamiento, de manera que puedes practicar varias habilidades a la vez. Sin embargo, teniendo en cuenta el considerable gasto de energía que requiere contraer los músculos sin apenas aporte de oxígeno, se recomienda realizarlo en días diferentes al trabajo de piernas.
Por último, pero no menos importante, quiero señalar que aprender la fase subacuática de adulto es bastante complicado y el movimiento termina siendo ineficaz y agotador. La buena noticia es que no tienes por qué aprenderla: ¡la fase subacuática no es obligatoria!
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