En este artículo intentaremos proporcionar algunos consejos sobre cómo mejorar la posición de la cabeza mientras nadas.
Empecemos con algunas consideraciones sobre la natación en estilo libre:
Para corregir el error, intentaremos proporcionar algunos consejos sobre cómo mejorar la posición de la cabeza mientras nadas.
1. Adopta la posición correcta en la parte superior de tu cuerpo. Como ya hemos visto, el error relacionado con la posición de la cabeza en el estilo libre está a menudo vinculado a la posición incorrecta de la parte superior del cuerpo, o del cuello, los hombros o la parte superior de la espalda. Para corregir este problema fundamental, puedes intentar dos ejercicios diferentes:
– En el agua: usa el esnórquel y concéntrate en la posición correcta de la cabeza. Intenta cambiar el ángulo de tu mirada mientras nadas. Intenta nadar 25 metros con tu mirada en un ángulo de 45 grados y 25m mirando a la línea azul, o en un ángulo de 90 grados.
Intentan también corregir la brazada extendiendo por completo los brazos e intentando extraer el brazo hacia el muro trasero o empujando hacia abajo con las manos por detrás, como si los brazos estuvieran completamente rígidos.
– Fuera del agua: Realiza ejercicios con bandas de resistencia usando aquellos que ayuden la liberación miofascial y consecuentemente desbloqueen las limitaciones que impiden que logres una posición de la cabeza óptima.
2. Levanta las caderas. La posición incorrecta de la cabeza pude inconscientemente ser compensada por las caderas bajándolas demasiado. Para evitarlo, el nadador tiende a elevar su cabeza con el fin de alcanzar un equilibrio óptimo en el agua. Para corregir la posición de las caderas y el balance acuático, intenta estos consejos:
– Fuera del agua: entrena el “núcleo” como ya hemos explicado en nuestros artículos previos.
– En el agua: entrena utilizando movimientos de remo. Barrido en inmersión y barrido en superficie. En posición vertical, con el agua a la altura de los hombros, estira los brazos frente a ti, alrededor de 30 cm por debajo del nivel del agua.
Sin inclinar las muñecas y con las palmas de las manos mirando hacia arriba, mueve las manos en dirección opuesta, hacia el exterior, un poco más ampliamente que la anchura de tus hombros. En este punto, dale la vuelta a las palmas y muéveles en esa dirección.
Mantén el equilibrio del “núcleo”, intentando sentir la presión del agua con tus manos y cambiando rápidamente el ángulo durante este movimiento.
3. Intenta mejorar los “factores ambientales”. Las calles abarrotadas son a menudo un problema y pueden conllevar el mal hábito de levantar la cabeza con frecuencia. Para corregir este error, intenta mejorar los factores relacionados con tu entorno de natación.
Si nadas en tu tiempo libre, intenta aprovechar el momento del día cuando el número de nadadores en la piscina es menor. Por otro lado, si eres parte de un equipo, intenta encontrar la mejor solución para ti y tus compañeros de equipo y así poder disfrutar de condiciones óptimas para vuestros ejercicios y si es posible corregir tu técnica de natación.
En conclusión, un enfoque exhaustivo que cuide la biomecánica, la cognición y las condiciones ambientales es fundamental para asegurar un cambio que garantice un estilo de natación adecuado.
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