10 consejos para sobrevivir a tu primera triatlón

Aunque no pueda decir que soy un triatleta experto, mi amor por este deporte y mi experiencia como entrenador de natación me han permitido elaborar una lista de diez consejos que te pueden resultar útiles para tu primera Ironman o triatlón.

Antes de empezar, quiero recomendarte que nunca intentes nada nuevo en carrera. Es mejor que todo esté ya probado en los entrenamientos. En este deporte la improvisación es sinónimo de fracaso.

Ahora ya podemos ir al grano. Aquí van mis 10 consejos para que termines la carrera con éxito:

1. Estudia en detalle el mapa del recorrido durante la semana anterior a la prueba y anota los datos más relevantes. Estudia las tres partes: natación, ciclismo y carrera. Toma nota de los puntos de avituallamiento y qué ofrecen para comer y beber. Acude a la reunión previa y pide consejo a los deportistas que hayan tomado parte en ediciones anteriores.

2. Atento a la información meteorológica: es esencial llevar la ropa adecuada.

Elabora una lista del equipamiento necesario para que no se te olvide nada.  Te sugiero que el día antes de la carrera dividas tu ropa en tres lotes, uno para cada disciplina, y pongas cada uno en una bolsa diferente (normalmente el club organizador facilita las bolsas), además del alimento y los suplementos que necesitas para terminar la carrera.

3. Visualiza el desarrollo de la carrera en tu cabeza. Es una costumbre que siempre me ha parecido muy útil para gestionar mejor, tanto en el aspecto físico como en el aspecto mental, los momentos de euforia y los de agotamiento. No dejes que te sorprendan los imprevistos.

4. Pon dos alarmas para la mañana de la carrera. Sigue tu rutina habitual. Respira hondo y mantente optimista. No dejes de repetir mentalmente que ESTE ES TU DÍA y que has hecho lo necesario para que todo vaya sobre ruedas.

5. Cuando dejes la bici en el área de transición, memoriza referencias que te ayuden a encontrarla rápido al salir del agua. Comprueba la presión de las ruedas y distribuye las bebidas, geles y barras energéticas para tenerlas a mano. Asegúrate de llevar el casco en la posición correcta, repasa los cristales de las gafas de ciclismo y natación y ten listo el cinturón porta-dorsal.

6. Calienta durante 15 o 20 minutos antes de la prueba de natación. Después, ábrete hueco entre los otros participantes cinco minutos antes del inicio. Eso te dará ventaja.

Si eres buen nadador, intenta ponerte al frente del grupo y prepárate para un sprint de entre doscientos y cuatrocientos metros. Si la natación no es tu punto fuerte, avanza con el pelotón y ten cuidado con los golpes y magulladuras habituales. Intenta seguir la estela de los otros.

7. Durante la primera transición (T1), primero quítate las gafas y el gorro. Una vez que hayas llegado a la bici, siéntate y quítate el bañador. Que no cunda el pánico si te cuesta: respira hondo, relájate e inténtalo de nuevo. Después, ponte las gafas de ciclismo, el casco y colócate el dorsal de manera que se vea bien por detrás. Ahora ya estás listo para la prueba de ciclismo.

8. Pedalea como lo has hecho en los entrenamientos. Comprueba el ritmo cardiaco y compite a tu ritmo. Varía tu posición en el sillín para adaptarte al terreno. De esta manera usarás músculos diferentes y no te cansarás tan rápido.

9. Aumenta la velocidad en el último kilómetro antes de la T2 y desengancha las calas de los pedales a 100 metros de la línea de transición. Bájate de la bici y corre a dejarla en su sitio. Ponte las deportivas y los calcetines, pasa el dorsal al pecho, coge aire y… ¡a correr!

10. Aprende a ignorar el dolor de piernas mientras corres e intenta mantener una zancada corta y eficiente. No dejes de hablar contigo mismo. Relaja los hombros, cuello, cabeza y brazos. Disfruta de cada momento y recuerda: ¡este es tu día!