El control de nuestras emociones es ciertamente un aspecto complicado con el que debemos tratar. Imagina nuestro cuerpo como un coche de carreras, que tiene un tacómetro que cuenta las revoluciones del motor. El mejor rendimiento es el resultado de la alineación de las revoluciones del motor (energía emocional) con tus marchas (energía física). Mantener bajas las revoluciones por minuto del motor al principio y aumentarlas gradualmente cuando la carrera comienza es imprescindible.
Esto significa saber cómo controlar tu energía, cómo alinear la energía emocional con la física con el fin de estar perfectamente preparado para la competición. El resultado final es un aumento en la fortaleza mientras que se usa menos energía, y evitar el peligro de subir demasiado las revoluciones o utilizar las reservas.
Para asegurar las correctas revoluciones por minuto para tu motor, tienes que hacer lo siguiente:
Revisa el ritmo cardíaco varias veces al día. Por la mañana, tan pronto como te levantes, en situaciones de estrés emocional, durante esfuerzos físicos, etc. Esto te ayudará a entender cómo gestionar diferentes situaciones y por tanto controlar tu ritmo cardíaco.
Escucha música. Como ya hemos visto, la música tiene un efecto positivo tanto en nuestra psique como en nuestro cuerpo. Crea una lista que te acompañe cuando nadas o ponla al mismo ritmo que tu brazada. La música tiene el poder de aumentar o descender tu energía emocional, dependiendo de lo que estés pasando en un momento en particular.
Aprende cómo respirar. Nuestra respiración habitual es un acto involuntario. Al aprender a respirar voluntariamente, utilizando la respiración diafragmática, podrás controlar tus emociones.
Rodéate de personas que irradien energía positiva. Evita, si es posible, lugares congestionados, ruidosos y personar que te causen tensiones.
Piensa en positivo. Intenta siempre ver el vaso medio lleno, y no te desalientes por acontecimientos negativos. Aprende a utilizar de manera regular estrategias positivas; si no son parte de tu rutina nunca aprenderás a utilizarlas cuando las necesites.
¿Por qué es tan importante el control de la energía?
Porque saber cómo controlar la energía es el equivalente a sentirse seguro, confiado y preparado para enfrentarse al reto. La falta de confianza es sinónimo de fracaso; es el indicador de un problema subyacente. Por tanto, mostrarse seguro se percibe como alguien sin problemas o saludable. Por el contrario, la falta de confianza podría revelar un problema y por tanto proporcionar una sensación de malestar parecido al que sientes cuando estás enfermo.
Para resolver el problema, tendrás que encontrar la causa. Si eres un atleta y has perdido la confianza, los problemas podrían tener causas diferentes: rendimiento en el pasado, falta de preparación, vacíos entre las expectativas y el rendimiento real…
En esta situación no tienes demasiadas opciones, o bien decides formar parte de la solución o sigues siendo parte del problema.
Si quieres formar parte de la solución, intenta lo siguiente:
– no te rindas nunca, pero tampoco estés demasiado seguro de ti mismo. Participa, compite y saca lo mejor de ti mismo en cada circunstancia; esa será tu victoria.
– da el 100% de ti mismo en cada situación e intenta hacer cada vez más, eso te llevará por el buen camino.
Finalmente, define lo que significa para ti el éxito. El diálogo interno es el modo fundamental para entender el mundo que te rodea y a ti mismo. Esto te ayudará a desarrollar la confianza.
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