Del juego a la rehabilitación y de ganar músculo a perder los kilos de sobra, los beneficios de la natación también se extienden a nuestros amigos caninos. Para los perros, las actividades acuáticas son una bendición. No es casualidad que en los últimos meses en hayan puesto tan de moda en las piscinas los cursos y ejercicios para mejorar su salud mental y física.
Las actividades para los bípedos y para nuestros compañeros cuadrúpedos son casi las mismas. Comprenden la diversión, el aprendizaje e incluso los programas de rehabilitación para lesionados o veteranos. De hecho, el ejercicio en la piscina acorta los plazos de recuperación: diez minutos de movimiento en el agua equivalen a media hora de carrera. Los aeróbicos acuáticos son el ejercicio más recomendable, sobre todo para los cachorros y los perros entrados en años. El agua hace maravillas para reparar los problemas de huesos y articulaciones. La seguridad nunca es un problema, porque hay chalecos especiales para ellos y personal especializado siempre listo para ayudar.
Nadar mejora el tono y la elasticidad de los músculos y desarrolla la fuerza. Además, los cursos también inciden en el bienestar y el comportamiento de los animales porque estrechan los vínculos con los dueños. El agua resulta especialmente útil cuando necesitan rehabilitación, al permitir mover las articulaciones con menos esfuerzo.
La piscina es además muy eficaz para corregir la obesidad. El ejercicio en el agua elimina la grasa y fortalece los músculos. Ten en cuenta, sin embargo, que ciertas actividades no son para todos. Hay razas, como los Bulldog y los Basset hound, que no están físicamente equipados para la natación, debido a la anchura del pecho y la escasa altura de las patas. En esos casos es mejor no estresarles con un esfuerzo intenso, sino dejarles jugar a su aire con ejercicios fáciles de corta duración.
En los últimos años, muchos centros deportivos han instalado piscinas cubiertas y climatizadas para realizar actividades con perros durante todo el año. Las superficies se diseñan específicamente para una entrada gradual y segura en el agua y, además, hay espacios habilitados para lavar y secar a los animales. También se han vuelto muy populares las piscinas al aire libre para perros, un sueño para los que no están de vacaciones o no tienen cerca una playa donde se permita llevarlos.
Existen incluso verdaderos parques acuáticos, con sus toboganes y duchas, y están surgiendo muchas asociaciones para promover el deporte canino en el agua.
Como consecuencia de la nueva moda se ha creado una profesión, la de “técnico de natación y asistente de actividades acuáticas”. Además, los centros emplean educadores de perros, instructores, asistentes y operarios de hidroterapia. Por fin, parece que las puertas de las piscinas se han abierto para nuestros mejores amigos.
¿Qué actividades deportivas te gusta disfrutar con tu perro? ¿Te gustaría probar los deportes acuáticos?
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