Vamos a intentar entender cuándo es útil usar suplementos y cuándo es mejor regular la dieta.
Suplementos: ¿aliados insustituibles para el rendimiento en el deporte o añadidos innecesarios? En este artículo intentaremos aportar algo de claridad acerca de un fenómeno que mueve dos mil millones de euros e incluye sobre todo suplementos deportivos con aminoácidos, vitaminas y minerales.
Los suplementos se pueden comprar sin receta médica en supermercados, tiendas de dietética, tiendas especializadas y en internet.
¿Pero realmente hacen falta?
¿Deporte competitivo o de aficionados?
En el deporte profesional, los médicos y nutricionistas pueden recetar vitaminas como suplemento a la dieta para una alimentación óptima.
Como en este caso el rendimiento deportivo requiere un alto grado de actividad muscular y mucho consumo de energía (hasta el doble que un día de descanso), es lógico compensar la pérdida de minerales, vitaminas y proteínas.
Si practicas la natación no profesional y pasas en la piscina una o dos horas, entre dos y cuatro veces a la semana, aun cuando el esfuerzo físico sea considerable, puedes dejar de lado los suplementos y basta con que sigas una dieta equilibrada.
¿Cuál es el objetivo de los suplementos para la natación?
Levanta la mano si has oído alguna vez que las proteínas sirven para hacer crecer el músculo. Bien, pues lo cierto es que las proteínas no aumentan el volumen ni la fuerza del músculo, sino que su trabajo es reparar estructuras musculares dañadas.
Muchos deportistas usan suplementos de aminoácidos o siguen dietas ricas en proteínas, pero ten cuidado, porque una cantidad excesiva puede causar desequilibrios y problemas relacionados sobre todo con los riñones y los huesos.
En general, no conviene dejar los carbohidratos fuera de la dieta de los nadadores, lo mismo en las comidas que en las sesiones de entrenamiento, especialmente la pasta y el arroz integral. Una dieta equilibrada debe contener una media de 55-60% de carbohidratos, 20-25% de grasa vegetal y 20% de proteínas.
¡Mira que músculos!
De todas maneras, disciplinas como las carreras de 100, 200 o 400 metros, de corta duración y alta intensidad, necesitan un consumo adecuado de proteína. Incluso las grasas son imprescindibles como fuentes de energía, en particular los ácidos grasos no saturados (ácido linoleico y Omega 3) y los ácidos grasos de cadena corta que se encuentran en aceites y frutas.
¿Qué necesitan los nadadores?
Si no quieres sufrir una fatiga excesiva, resulta esencial que uses con eficacia las reservas de energía diseñando una dieta adecuada a tu rutina de ejercicio. En periodos de mayor carga de trabajo, por ejemplo, usa un suplemento de carbohidrato, mientras que en el transcurso de sesiones largas e intensas necesitas aminoácidos que estimulen la síntesis de proteínas, ya que el músculo pasa por las dos fases del metabolismo: catabolismo y anabolismo (es decir, primero quema y después reconstruye).
Los músculos de los nadadores están bien definidos, son elásticos, lisos y fusiformes. Por eso el máximo consumo de oxígeno es, de media, más bajo que el de un corredor o un ciclista.
La comida pesa en el aparato digestivo y además contiene elementos de desecho que perjudican el rendimiento en los entrenamientos o en competición. Como la dieta normal a veces no cubre todas las necesidades, es posible recurrir a suplementos alimenticios naturales, muy concentrados, que devuelven rápidamente el equilibrio funcional y compensan las pérdidas de nutrientes que sufre el cuerpo durante el esfuerzo físico.
Sin embargo, hay que elegir siempre con inteligencia y en base a las necesidades reales de cada uno. Así, cuando los combinas en su justa medida con fuerza de voluntad, espíritu de sacrificio y trabajo duro, pueden ser un gran aliado para mejorar el rendimiento deportivo.
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