Que levante la mano el que no se haya quejado de que el agua está fría al meterse a entrenar o a calentar antes de una carrera. Imagínate lo que piensan de las quejas los que se sumergen rodeados por la nieve.
Oficialmente, el agua helada es la que está a una temperatura inferior a los 5º C. Hay incluso una asociación que promueve esa práctica, la Asociación internacional de Natación en Aguas Heladas (IISA, por sus siglas inglesas), fundada en 2009. Organizan competiciones de varias distancias en las que solo se puede competir con bañadores normales, que no pasen de la rodilla, y en el caso de las mujeres, que no cubran los brazos más allá del ancho del hombro ni pasen de la altura del cuello. Se permite llevar gorro de natación, gafas y tapones para los oídos.
Photo credit: Bárbara Hernández H. @barbarehlla_h
El nadador sudafricano Ram Barkai, que fundó la asociación, también estableció las reglas. La idea es crear un calendario internacional unificado y una normativa específica que garantice la seguridad de los competidores. Por el momento, la prueba conocida como la Milla Helada se disputa ya todos los años, y en la página web de la Asociación figuran los nombres de los participantes desde el 2009.
Mención especial merece el genovés Paolo Chiarino, embajador italiano de la natación en aguas heladas, que nadó la Milla Helada por debajo de la media hora en 2015 en el lago Monfortano, provincia de Como, con 7º C de temperatura ambiente y el agua a 4.2°C.
Probablemente Chiarino comparte la idea que han expresado muchos participantes, según la cual, para ser capaz de terminar la prueba, te tienes que sentir invencible, al menos por un rato. La Milla Helada es siempre una batalla contra uno mismo.
¿Por qué? ¿Qué efectos tiene el esfuerzo extremo en el cuerpo? Durante estas pruebas son comunes las reacciones asociadas a lo que en sicología se conoce como situaciones de lucha o huida. Se trata de reacciones hormonales, como la segregación de adrenalina, o de mecanismos instintivos que se activan de manera automática y preparan el cuerpo para resistir o salir corriendo, antes incluso de que nos hayamos puesto a tomar la decisión consciente.
Hay quien, después de leer hasta aquí, se estará preguntando cómo es posible que la natación en aguas heladas se esté poniendo de moda. Como los otros deportes extremos, para los participantes es una manera de probar la resistencia física y mental y, en último término, de explorar sus límites y conocerse mejor.
Además, al final de un esfuerzo como este les espera un premio en forma de dosis de endorfinas capaz de procurar un día entero de euforia y calma.
Por si te interesa probar, en una de nuestras próximas entregas te contamos cómo prepararte.