No es raro oír a alguien diciendo que no le gusta el estilo espalda porque se siente incómodo nadando panza arriba.
En realidad no hay un estilo más fácil. Por algo la espalda doble es el calentamiento más habitual, rotando ambos brazos a la vez hacia atrás en combinación con una patada de braza.
Cierto que de espaldas perdemos control de los movimientos de la mano durante la fase de impulso, porque queda fuera del campo visual, pero ese inconveniente lo compensa con creces la comodidad de llevar la boca fuera del agua y poder respirar en cualquier momento.
Con la práctica adecuada es posible trabajar la respiración y la técnica para ganar en eficacia y sentirnos más confortables nadando en estilo espalda.
Aquí te proponemos unos cuantos ejercicios que pueden mejorar rápidamente la brazada de espalda. Hay que repetirlos al menos dos veces con descansos de entre quince y veinte segundos entre un largo y el siguiente.
sujeta la tabla de espaldas con los brazos extendidos cambiando de mano en cada brazada, cuatro brazadas con la tabla a la altura de la cadera y otras cuatro por detrás de la cabeza.
nada de espaldas usando nada más un brazo y con el otro pegado al cuerpo.
3. Patada de braza: nada de espaldas con una patada de braza después de cada ciclo de brazada, cogiendo aire con el movimiento de brazos y soltándolo con el de piernas.
nada de espaldas con un vaso justo en el centro la frente e intenta que se mantenga en su sitio.
nada de espaldas con los puños cerrados.
Haz una breve pausa después de cada tres brazadas en el momento en que un brazo está extendido por detrás de la cabeza y el otro en el costado. Describe un semicírculo completo por delante del cuerpo con un brazo en cada sentido hasta que ocupe la posición en que estaba el otro, y repite tres veces..
Nada de espaldas con un pullbuoy entre las rodillas.
Haz una pausa de 2 segundos al entrar una mano en el agua y espera a que llegue la otra. Continúa la brazada y repite la parada también cuando el brazo está alineado con el cuerpo.
Nada de espaldas tratando de adoptar la misma postura que cuando te sientas y manteniendo una cadencia muy alta de brazada. Este ejercicio se ejecuta nada más durante unos segundos, alternando con la brazada normal de espalda.
Nada de espaldas con una mano sujetando el pullbuoy sobre la cabeza. Cuando la otra mano llega a esa altura coge el pullbuoy y la primera continúa la brazada.
Si practicas estos ejercicios, seguro que hasta terminas convenciéndote de que nadar panza arriba tiene su encanto.